Gracias a su ingenio y a su vasto conocimiento de medicinas y venenos, Maomao desempeñó un papel crucial en la resolución de una serie de misterios y conspiraciones que asolaban la corte imperial. Tras haber superado recientemente los secretos de sus padres, regresa para cumplir con sus deberes habituales en nombre de las consortes de mayor rango del emperador. Maomao también colabora con el eunuco Jinshi para mejorar la imagen de las numerosas damas de compañía de las consortes, incluso ayudándolas a aprender a leer. Sin embargo, con la llegada de una caravana mercante surge una nueva ola de intrigas. Una serie de extrañas coincidencias relacionadas con los visitantes y sus mercancías inquieta a Maomao, lo que la impulsa a investigar las enigmáticas circunstancias que se esconden tras el convoy. Mientras los peligros, tanto externos como internos, amenazan el equilibrio entre las concubinas imperiales, Maomao continúa utilizando su astucia y su experiencia médica para proteger a las mujeres.